El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) se reúne hoy con las comunidades autónomas. Entre los puntos del orden del día, se prevee aprobar la nueva Estrategia en Salud Cardiovascular del sistema sanitario español. Un texto legal con el que el ejecutivo quiere mejorar la salud del corazón de los españoles y que contiene medidas fiscales, de concienciación social y de refuerzos en la atención sanitaria.
No obstante, en el borrador del plan hay temas que han levantado la suspicacia de varios sectores de la economía y de comunidades autónomas como Madrid. El punto 16, por ejemplo, pretende "colaborar con establecimientos de restauración para promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación cardiosaludable, sin incluir en ella el consumo de alcohol". Por tanto, se pediría (no se obligaría) a los establecimientos retirar de los menús la oferta de vinos y cervezas para intentar así reducir su consumo. En otro punto se apuesta por "regular la obligación de los restaurantes de ofrecer agua del grifo por defecto en los menús".
El plan también incluye medidas contra la presencia y el contenido de alimentos poco saludables y bebidas alcohólicas en las cafeterías y máquinas expendedoras de las instituciones de la Administración pública y todos los centros educativos, públicos o privados, "de forma que, mayoritariamente, se oferten productos saludables y bebidas libres de alcohol". Por contra, apuesta por máquinas expendedoras con productos saludables e incrementar el precio de los ultraprocesados.
En la misma línea, plantea “abogar por políticas fiscales y de precios para promover una alimentación saludable", lo que podría incluir subidas de impuestos en los alimentos menos saludables.